“El Dios de Poder”
“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo
es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” Mateo 6:13
Debemos
entender estos cinco aspectos para operar en el poder de Dios:
1. El origen del poder
El poder de Dios no descansa en una persona, sino en la verdad; y
la verdad es Dios. En otras palabras, el poder de Dios descansa en Dios mismo.
Éste es el origen del poder de Dios. El Reino es el gobierno de Dios, el poder
es la habilidad de ese gobierno, y la gloria es la atmósfera del cielo. El
reino de los cielos no está hecho de palabras sino de poder.
El poder de Dios se desata cuando predicas el poder de la cruz y
la resurrección de Cristo.
2. La Revelación del Poder
Dios nunca ha querido ser un misterio. Él siempre ha querido
revelarse y mostrarse a Su pueblo. ¿Quién es Dios?
Dios no es hombre,
para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?-Números 23:19
La primera revelación acerca de Dios que debemos entender: Dios no
es un hombre. En el momento en que entiendes que Dios no es un hombre, le
quitas los límites a Dios.
Cuando se captura la revelación los límites son removidos. Tu fe
se vuelve ilimitada, y tu fe ilimitada se convierte en poder. Para Dios, todo
es posible. ¡Le ponemos límites a Dios como si fuera un hombre! ¿Cómo podemos
creer en el evangelio y no en los milagros?
3. El Propósito del Poder
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para
dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos. -Lucas 4:18
La unción del Espíritu Santo te ha sido dada por un propósito. La
unción es el poder de Dios para servir al pueblo. También te llena de poder a
ti para servir al pueblo. La unción que recibimos va de acuerdo con nuestro
llamado y propósito. Por ejemplo, los pastores no tienen la misma unción que un
apóstol, y los maestros no tienen la misma unción que los pastores.
4. La Demostración del Poder
No puedes lidiar con principados y potestades de maldad sin el
poder de Dios. Esta generación se ha acostumbrado a una simple enseñanza sin el
poder sobrenatural de Dios.
Tenemos que demostrar que Dios es el mismo ayer, hoy y mañana.
Muéstrele a la gente que Dios está vivo y listo para manifestarse en su vida.
5. La Impartición del Poder
Mucha gente tiene dones pero no sabe cómo impartirlos sobre otros.
Sin la impartición no tendrás herencia. El poder de Dios puede ser transferido,
almacenado e impartido.
Cuando usted imparte está dando una porción de lo que tiene. Está
compartiendo conocimiento, virtud, gracia, vida, unción y habilidades.
Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios
no da el Espíritu por medida. -Juan 3:34
Dios te puede empoderar pero primero debes morir. El lugar donde
te rindes es el lugar donde eres empoderado. ¡Dios no tiene opción más que
demostrar Su poder en tu vida!